Misión Quinindé 2018

Viaje a la selva

D. Juan Luis ha aprovechado un día de descanso para ir a la selva "pura y dura". Éstas son sus impresiones:

Comienza el viaje a la selva en ranchera, como veréis respeta todas las normas de seguridad: barra antivuelco, cierre centralizado, aire acondicionado, perdonad, “climatizado”, cinturón de seguridad, techo panorámico, etc, etc....

Hemos dejado la civilizacion, nos adentramos en el campo y poco a poco llegamos a la selva donde nos reciben unos animalitos, nos vamos introduciendo en la selva y comienzan a aparecer cascadas de agua y pozas. En el silencio se deben escuchar los monos y los pájaros, pero el problema era que con el ruido que haciamos los monos y los pajarracos que ibamos no nos enteráamos de nada.

Despues de una hora de camino ya habian sucedido varias cosas. Yo me habia caido por primera vez, estaban apareciendo animalitos raros pero muy bonitos, pero seguian asombrandonos los paisajes y las pozas. Esto se llama "en vivo y en directo", nada que envidiarle a los programas de La 2.

Bueno, y ahora os envío dos videos. El primero es un amago de caida (era de broma, pero es que ya me habia caido una vez en serio) y en el otro un "tarzan" que apareció por aquellos lares agarrado a una liana. Que conste que lo intenté, pero me he dado cuenta de que ya no estoy para esos trotes. Con lo bien que lo hacia cuando era joven...

La niña es Merci, hija del señor que gestiona dicho paraje, encantadora. Es una historia muy bonita: la llevaron el año pasado de la selva a Quinindé para que estudiara, pero desde el primer dia empezo a ponerse triste y a dolerle todo, hasta que después de dos meses en el Hogar la llevaron de nuevo a la selva, donde hoy está feliz y contenta, y aunque está sola no le importa.

Sigue un reportaje fotográfico.

Parroquia de San Joaquin ©